martes, 13 de marzo de 2018

Otra dosis de orgasmos


Título: Otra dosis de orgasmos
Autor: Yass Fuentes
Edición: Relato corto

Quiero compartir con vosotros el relato de un compañero de la universidad que me dejó con el corazón en un puño.

Resumen para vagos

Sexo y vejaciones desenfrenadas desde un rápido estilo en presente y en primera persona.
Alcohol y orgasmos y semen y dinero: un cóctel no apto para todos los gustos. Lee con responsabilidad. (+18).


Hoy no traigo una reseña como es habitual, sino un relato redactado por mi compañero de universidad Yass Fuentes, natural de Galicia. Al final del mismo encontraréis un un botón de siguiente para encontrar el análisis del propio autor, os invito a descubrirlo. Adjunto un documento de audio con el relato narrado por él, su voz le da un matiz que hace que el relato te cale hondo, pero escucharlo o no, lo dejo a vuestra elección.

Sin más preámbulos os dejo con Otra dosis de orgasmos.



Ya es de día, otra mañana pura, tan fresca, veo como las ratas despavoridas se esconden entre las hendiduras del empedrado. Mis tetas están duras, ambas ellas tersas y de pezones erectos. El puerto, los barcos, los sucios sudados marineros. El embestir del mar y mi vagina.

* * *

“La ostra picada” reza el cartel de madera sobre mi cabeza, tan ejemplo de esta tasca, como su puerta, regia, arañada por el salitre y sujeta por un gozne. Me limpio los labios, me froto los ojos. La empujo y entro. Del panorama, nada nuevo.

─ Julia, ponme otro. ─ Le digo a la gorda camarera que vio sus años mozos tiempo ha. Con su rubio desteñido y sus grasas como el péndulo de Ginebra; bamboleándose sobre la vieja barra al ritmo que pasa el trapo ─ pero pónmelo cargado esta vez, zorra.

─ ¿Qué, ya te han roto el culo? ─ Me contesta a la pulla mientras sonríe mostrando esos dientes amarillos todo sarro que lloran por comer una polla de nuevo algún día.

Allí en la esquina hay un sitio libre, camino entonces. A derecha e izquierda dos parejas de marineros recién atracados. Bolsillos llenos, falos duros. Se abren en semicírculo y me miran con lascivia. El tipo con cara de sapo al lado del irlandés, el negro junto al… ¿ruso? Todas sus rojas narices de borrachos apuntándome, sus rotos hígados cirróticos pidiendo clemencia.

Qué fácil es. Digo el número con las manos y señalo al Sapo, el más feo de los cuatro. Estas cosas hay que hacerlas así. El peor primero para tener fuerzas. Claro que quién es el primero cuando llevo toda la noche en vigilia trabajando.

* * *

Subimos los irregulares escalones del fondo. Espero que Jane, esa putita nueva que contrató Julia la semana pasada, me haya limpiado el catre. Si no se arrepentirá y aprenderá a palos. Así es como se sobrevive aquí.

Este tipo apesta a ron del malo. De esos que no se han terminado de destilar y quedan a medio hacer. Como quedo yo siempre. Soy un ron del malo, y él es un sapo.

No entiendo una mierda de lo que dice. Pero por fortuna la litera está hecha y lo de la bacinilla parece agua limpia. Con la cabeza le señalo la cama y él, trastabillando mientras se baja los pantalones, se tumba.

Todo pelo. Un sapo peludo y sucio, quién me lo iba a decir. Por suerte tiene pinta de ser uno de esos que tardan poco. Cojo su pene entre mis manos y libero su glande. Huele ácido y está sembrado de esmegma. Con un poco de agua limpio enjuagando y me la llevo a la boca mientras intento no respirar. El hedor cesará en un par de minutos, el sabor…

El Sapo se estremece mientras paso mi lengua por su uretra, ya sabe algo al flujo preseminal. En efecto, este tío durará poco. Mejor: tú me das arcadas, en compensación te daré mal de bubas.

Me monto encima de él y ayudo con la mano para metérmela. Él embiste entusiasmado. Dice algo ininteligible, quizás esté mentando a Dios. Pero Dios aquí no está. Él aquí no llega.

Se corre dentro y yo me aparto dejándolo satisfecho. ¿Embarazo?, qué cojones, si me destrozaron la matriz tras abortar. Una pena, porque quizás pariendo encontrase algún día algún sentido a todo. Entre mientras, amapolas.

Cojo el dinero, su dinero, y le señalo a él, luego abajo y después arriba. Espero que entienda el mensaje y me mande a cualquiera de los otros. Luego me acerco a la mesilla tras del biombo y tomo la botella de brandi. Me enjuago la boca y le doy un largo trago.

* * *

Toc, toc. La puerta suena otra vez. ¿Será mi príncipe azul?, una suerte de Satanás que me lleve empalada al infierno. Miro en aquella dirección. Es el negro. Mi Satanás negro. Tiene la polla fuera y la nariz africana. Este tío ha vivido mucho.

Se acerca a mí y me acaricia estando yo de espaldas. Sus manos son callosas. Sus roces son lijas. Sus puñetazos duros. Mi príncipe negro, al que le gusta pegar. Me golpea fuertemente en el vientre y me quedo sin respiración, de rodillas. No duda en abofetearme y quitarme el vestido, rompiéndolo. Tosiendo, desnuda y a veinte uñas, me penetra entonces.

Entre hostias y embates me va partiendo los dientes y desgarrando el coño. Ya no sé si es sangre lo que veo, o es que lo veo todo rojo. Intento gritar, pero sus lijas me tapan la boca. Parece que Príncipe se mueve más rápido. Me pega más y se mueve más fuerte. Creo que por fin va a terminar.

Desfallecida en el suelo, noto como me tira un billete a la espalda que se queda pegado en su semen. Escucho como cierra la puerta a la vez que cierro los ojos. Sus pasos en los escalones se van perdiendo conforme va llegando la oscuridad.

* * *

─ ¡Despierta!, ¡despierta, guarra!

Son las primeras palabras mientras me vuelve la consciencia. Abro los ojos y las imágenes van tomando forma.

─ ¡Qué te levantes¡, ¡qué tienes trabajo! ─ Se escucha una voz fuego-en-la-niebla, tras un potente acento inglés, justo antes de notar el agua y la bacinilla estamparse contra mi cara.

Con las manos en el suelo mojado y ensangrentado intento incorporarme. Me clavo en las palmas lo que creo que son mis dientes. Una figura rechoncha se muestra ante mí. Su oronda barriga a juego con sus blancos pero rojos carrillos de alcohol. Es el irlandés y la boca me sabe a sangre.

─ Yo soy tu pastor, ─ dice arrastrando la erre final de esa forma tan graciosa mientras yo toso y el coño me escuece─ y has pecado. Vengo a ayudarte para que puedas entrar en el cielo, el Señor te espera.

Él es irlandés, irlandés y se cree cura. Un marinero cura, capellán de las profundidades que quiere redimirme. Su salvación es escupirse la mano y postrarme boca abajo mientras se lubrica el pene y me toca el ano. Su salvación es metérmela sin miramientos por el culo mientras yo grito de dolor e impotencia.

Me muerdo la lengua mientras sus manos se aferran fuertemente a la desnudez de mi garganta. Intento gritar, huir, toser y respirar infructuosamente. Este pastor me quiere mandar hasta Dios mientras me rompe el culo. De alguna manera, quizás por la falta de aire, soy capaz de verme flotando en la nada. Sus golpes de cadera ya no existen. La ventana y la cama en su frente se evaporan. Es el puro momento de mi existir en la bruma.

* * *

Cuando vuelvo por fin en mí estoy tumbada. Atada. Mis muñecas y mis tobillos anudados a cada esquina del catre. El ruso sonríe mientras delante de mí sostiene un curvo y afilado cuchillo. Tengo miedo y mi boca está tapada con algún tipo de paño. Tras cobrar noción de mi situación me asalta un asombroso dolor en mis mulos. Están sangrando, tengo largos cortes desde encima de la rodilla hasta las ingles.

El ruso que no es ruso si no un diablo, un diablo loco y sediento, se acerca a mí y me clava la hoja en el antebrazo. Noto como ésta se va introduciendo centímetro a centímetro en mi piel. El dolor es inmenso y soy incapaz de moverme; pero él sí mueve sus manos, trazando una trayectoria ascendente mientras me va abriendo la carne.

Lloro. Lloro aterrada y me sorprendo por lo blanco que se muestran mis músculos pues todavía no han empezado a sangrar. Veo como poco a poco, como agua condensándose, se van formando gotas de sangre que ahora por fin río púrpura y magenta.

El ruso-diablo-loco-sediento-asesino me ensarta el pecho atravesando mi barriga y mis pulmones mientras se agarra la polla. Tras el tercer estoque deja el cuchillo clavado en mi teta izquierda mientras se masturba y se corre encima de mí. Lo último que veo es como se marcha tras tirar unas monedas en la cama que chapotean en la sangre. 

Soy una muñeca rota que va perdiendo la vida…

* * *

Jane es una cría a la que le gusta prestar atención a los detalles, por eso, aunque ya es caída la noche, y aunque hoy fue día de duro trabajo, no ha querido dejar de acordarse de su compañera, pues la cría lleva muy poco tiempo en el lugar y quiere causar una buena impresión. Sonriente, sube los ajados escalones que hay al fondo de la taberna.

─ ¡Feliz cumpleaños! ─ Va diciendo Jane mientras se acerca por el pasillo ─ ¡la perra vida que vivimos te ha dejado llegar hasta los catorce!

Al poco, Jane abre la puerta y ve a una niña sucia y muerta, desangrada y atada en la cama que más que cama es un estanque de sangre. El color blanco domina su cara antes de articular cualquier clase de grito. Retrocediendo de la habitación, cae de espaldas contra la fría pared del pasillo. Cuando puede, rompe a llorar.

* * *

Pasado el tiempo, dejado aquel episodio en lo profundo del recuerdo y a aquella niña en un nicho barato a siete metros bajo el suelo, una experimentada Jane de ya catorce años, cansada, va dado un paseo mientras piensa: «Ya es de día, otra mañana pura, tan fresca, veo como las ratas despavoridas se esconden entre las hendiduras del empedrado. Mis tetas están duras, ambas ellas tersas y de pezones erectos. El puerto, los barcos, los sucios sudados marineros. El embestir del mar y mi vagina».


4 comentarios:

  1. ¡Hola hola!
    Dudo mucho que le de una oportunidad ya que no creo que lo vaya a diafrutar básicamente por mis gustos literarios
    🐾Te espero por el rincón de mis lecturas, un besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No entiendo muy bien tu comentario... ¿Quieres decir que has leído el "resumen para vagos" y no has leído el relato porque no te ha parecido interesante?
      Me has desconcertado porque no se trata de un libro publicado...

      Eliminar
  2. Un relato muy interesante, animo a tu amigo a que siga escribiendo.
    Pd: Pertenezco a al iniciativa "Seamos seguidores", ya te sigo. Te dejo aquí mi blog: http://siemprefuegohelado.blogspot.com.es/

    ¡Nos leemos!

    ResponderEliminar