Fahrenheit 451

Título: Fahrenheit 451

Autor: Ray Bradbury

Editorial: Debolsillo

Edición: Tapa Blanda
Precio: 8,95€

«Trabajo para evitar un futuro sin educación.»Fahrenheit 451 ofrece la historia de un sombrío y horroroso futuro.

Montag, el protagonista, pertenece a una extraña brigada de bomberos cuya misión, paradójicamente, no es la de sofocar incendios sino la de provocarlos para quemar libros. Porque en el país de Montag está terminantemente prohibido leer. Porque leer obliga a pensar, y en el país de Montag está prohibido pensar. Porque leer impide ser ingenuamente feliz, y en el país de Montag hay que ser feliz a la fuerza

Opinión Personal

Ray Bradbury (1920) es uno de los grandes maestros estadounidenses de la ficción científica y fantástica. Si bien es célebre por sus novelas (Crónicas marcianas, Fahrenheit 451 ), también ha cultivado el relato (Las doradas manzanas del sol), el ensayo, la poesía y el guión.

Esta novela es muy especial para mí porque me la regaló un profesor de mi instituto en un momento muy difícil de mi vida por lo que le tengo especial cariño, sin embargo, por diferentes motivos llevaba en mi estantería catorce años esperando a que lo leyese.

La narrativa es un tanto dispersa pues se mezclan los hechos con los pensamientos y las divagaciones del protagonista o el narrador y es inevitable perder el hilo en ciertos momentos, no obstante, en aspectos genéricos la novela es muy interesante. Nos traslada a un lugar en el que los libros están prohibidos (toda una pesadilla para quienes los amamos) y quienes los conservan son encarcelados por ellos sino quemados vivos juntos a ellos. ¿Motivo por el que los libros son prohibidos? La felicidad. Según las lógica de esta sociedad en la que nos ambienta Ray Bradbury los libros hacen que la gente piense y esto les causa desasosiego por ende no pueden ser felices aunque, patológicamente, el suicidio es tan habitual que los servicios médicos no se sorprenden ante los avisos de estos casos. Así mismo la sociedad está tan insensibilizada que asumen como natural que los jóvenes asesinen a sangre fría sin remordimientos ni consecuencias.

Bajo mi punto de vista es una obra a temporal pues escrita en 1953 sigue mostrando en la actualidad a donde nos dirigen de forma irrevocable nuestras acciones en el aspecto social. Es una crítica social a través de la ridiculización de determinados conceptos y estereotiposn llevados al extremo tal como ocurre en Un mundo feliz de Aldous Huxley y 1984 de George Orwell.

Mi personaje favorito es, sin lugar a dudas, Clarisse, una joven de diecisiete años que trastoca la vida de Montag, el protagonista. Clarisse dista mucho de ser una adolescente que comulga con el comportamiento y la actitud del resto de su generación, de hecho en un momento de la novela ella diceTemo a los jóvenes de mi edad. Se matan mutuamente. [...] Sólo en el último año, seis de mis compañeros han muerto por disparo. Otros diez han muerto en accidente de automóvil. [...]La policía no se mete con ellos con tal de que estén asegurados. Con tal de que todos tengan un seguro de diez mil, todos contentos. ¿No es a este futuro al que nos encaminamos dándoles a los más pequeños todo cuando desean cayendo en el permisivismo reinante hoy que da lugar a los adolescentes, que son los adultos de mañana, egoístas, egocéntricos y egolatras que demandan una fratificación inmediata por cumplir con alguna de sus responsabilidades y se sienten ofendidos en extremo cuando se les pide educación y se les solicita el cumplimiento de sus obligaciones?

Pero, ¿cómo es posible que se llegue a está situación? el capitán Beatty lo explica perfectamente en un discurso digno de mención pues a fin de cuentas es una apología de la manipulación mediática de nuestros días:Los clásicos (libros) reducidos a una emisión radiofónica de quince minutos. Después, vueltos a reducir para llenar una lectura de dos minutos. Por fin, convertidos en diez o doce líneas en un diccionario. [...]  Muchos sólo sabían de Hamlet lo que había en una condensación de una página en un libro que afirmaba: Ahora, podrá leer por fin todos los clásicos. [...] Salir de la guarderia infantil para ir a la universidad y regresar a la guardería. Ésta ha sido la formación intelectual durante lo últimos cinco siglos o más. [...] Selecciones de selecciones. ¿Política? ¡Una columna, dos frases, un titular! Luego, en pleno aire, todo desaparece. [...] Los años de universidad se acortan, la disciplina se relaja, la Filosofía, la Historia y el Lenguaje se abandonan, el idioma y su pronunciación son gradualmente descuidados. Por último, casi completamente ignorados. La vida es inmediata, el empleo cuenta, el placer lo domina todo después del trabajo. [...] Todo se hace de prisa y de cualquier modo. [...] Vaciar los teatros excepto para que actúen payasos, e instalar en las habitaciones paredes de vidrio y bonitos colores que suben y bajan (se refiere a pantallas de TV que ocupan la pared por completo). [...] Más deportes para todos, espíritu de grupo, diversión y no hay necesidad de pensar. [...] La mente absorbe menos y menos. Con este pensamiento promovido por el gobierno y difundido por los medios se justifica que las universidades generen deportista y no intelectuales, ¿no os suena de nada? (si suben la edad de jubilación o retiran las subvenciones a la educación y la sanidad publica, bah quedémonos en casa; pero si gana tu equipo en la Copa de Whatever todos a la calle). Estoy de acuerdo al cien por cien con la frase Un libro es un arma cargada en la casa de al lado por eso es tan importante el fomento de la lectura de calidad. Hay mucho más que mencionar de este discurso que no os dejará indiferentes, pero no es plan de escribir el libro en esta entrada.

Otro tema que se trata, aunque de modo muy superficial es el de los hijos y la educación que se les da a estos.Tengo a los niños en la escuela nueve días de cada diez. Me entiendo con ellos cuando vienen a casa, tres días al mes. No es completamente insoportable. Los pongo en el "salón" y conecto el televisor. Es como lavar ropa; meto la colada en la máquina y cierro la tapadera. Son tan capaces de besarme como de pegarme una patada. Aunque quienes leéis estas líneas penséis que es imposible, esto está muy cerca de la realidad, os lo aseguro, pues lo veo cada día en mi trabajo.

Fahrenheit 451 no es una lectura ligera, requiere toda la atención y la concentración del lector ni mucho menos es una lectura para distraerse pues, inevitablemente, te hace pensar y recapacitar sobre las acciones diarias que asumimos como normales y que nunca nos paramos a pensar hacía dónde nos dirigen. Me ha gustado bastante este libro porque remueve algo dentro de ti, algo que te hace querer cambiar las cosas para evitar un futuro como el que dibuja Bradbury.

No obstante, sí es cierto como ya he dicho, que en determinados puntos se pierde el hilo de la historia y, como es de esperar, este factor no me ha gustado ya que me he vito obligada a pausar la lectura para continuar en otro momento.

¿Conocéis el libro? ¿Qué os parece a vosotros? Dejadme vuestros comentarios, me encanta leeros.

Calificación